Redaccion
Una víctima de violencia de género de Organizo informó durante el proceso cómo su antiguo compañero, que en ese momento era su amante, intentó sofocarla en enero de 2024 después de una agresión sexual. A pesar de que él gritaba «Si no eres mía, no serás de nadie, hoy moriremos», su compañera de habitación irrumpió en la habitación y evitó que el acusado consumara un homicidio.
El fiscal pide una condena de catorce años de prisión por el delito de agresión sexual e intento de homicidio. El acusado niega los cargos y afirma que le gusta el sexo más intenso.
«Me sujetó con ambas manos y pidió a mis compañeros de apartamento».
La víctima dijo que ese día estuvo con su antiguo compañero y se emborrachó. A pesar de esto, aceptó tener relaciones sexuales con su amante en ese momento, pero en un punto, el hombre intentó sofocarla, lo que la hizo pasar un mal rato.
«Fue como una película. La recuerdo en partes. No podía sacármelo de la cabeza», dijo la víctima.
En su declaración, el acusado negó haber agredido sexualmente a la víctima y afirmó que las relaciones estaban dañadas debido al alcohol. «No tenía motivo para matarla. He estado con otras chicas», declaró.
Los hechos
Un amigo del acusado afirmó que intentó matar a la víctima y que se arrepintió. «Estaba muy alterado», mencionó.
El acusado, alrededor de las 23:00 del 16 de enero de 2024, fue a la casa de su ex pareja, ingresando con las llaves entregadas voluntariamente por la parte afectada. Una vez dentro, el acusado intentó besarla introduciendo su lengua en su boca.
Del mismo modo, intentó tocarla en la vagina, pero no logró introducir su dedo debido a la resistencia de la víctima. Cada vez que ella se negaba, el acusado la sujetaba con fuerza, llegando a la primera agresión.
«Si no eres mía, no serás de nadie»
Posteriormente, la víctima expresó su deseo de no retomar la relación, momento en el cual el acusado la rodeó con el brazo por el cuello, quedando detrás de ella y asfixiándola.
Esto provocó que la víctima perdiera el conocimiento, mientras escuchaba frases como «Si no eres mía, no serás de nadie, hoy moriremos», las cuales fueron interrumpidas por la compañera de habitación de la víctima al escuchar los gritos de la víctima.
