
Nuestras calles de Madrid esconden muchos secretos, y uno de los más fascinantes son los trampantojos repartidos por la ciudad. ¿Sabías que en la famosa calle Montera se encuentra uno de estos engaños visuales? Lo que parece ser una casa a simple vista es, en realidad, un impresionante mural.
«Estamos delante de un trampantojo que precisamente significa eso, es una trampa para el ojo. Esta, en concreto, es de un artista que se llama Alberto Álvarez Pirongueli y es una pintura que simula ser una casa. De hecho, si la ves detenidamente, ese balcón está pintado exactamente igual que el balcón real», nos explica Alba Moyano, guía turística apasionada por los secretos de la ciudad.
Siguiendo nuestra ruta, llegamos a la calle de la Sal, donde encontramos otro trampantojo que ha capturado el corazón de muchos. «Este es mi favorito. Estos los pintó Antonio Mingote como un homenaje a Benito Pérez Galdós y a su obra más conocida, ‘Fortunata y Jacinta’. Aquí hay muchas referencias a esta obra porque Galdós menciona que Fortunata y Jacinta viven en Plaza Mayor», añade Alba con entusiasmo.
No podemos dejar de mencionar el siguiente trampantojo en nuestra travesía: situado en la calle San Pedro Mártir, cerca de Tirso de Molina. «Este es un homenaje a Pablo Ruíz Picasso, creado por la artista Lola Gil en 1981. A diferencia de los otros trampantojos, este está pintado sobre cerámica. Curiosamente, Picasso vivió aquí cuando solo tenía 16 años mientras estudiaba en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Estos son solo algunos ejemplos de los trampantojos que adornan las calles madrileñas, pero Madrid tiene muchos más secretos esperando ser descubiertos.
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