Díaz Ayuso ha destacado recientemente que casi el 80% de los casos atendidos por la Unidad de Hospitalización a Domicilio (UHPaD) en los últimos cuatro años corresponden a menores con problemas de conducta alimentaria. Los restantes casos incluyen trastornos depresivos, del espectro autista, compulsivos y psicosis, entre otros.
Para acceder a este servicio de la sanidad pública madrileña, se evalúa la gravedad clínica, la distancia desde el lugar de residencia y el entorno familiar de los pacientes. La edad más común de los beneficiarios es de 14 años, con una tendencia a la baja desde su creación. En promedio, cada paciente recibe atención durante 29 días.
El equipo de profesionales que atiende a estos menores está compuesto por un psiquiatra, una psicóloga clínica y personal de Enfermería, quienes realizan intervenciones terapéuticas en los hogares con el respaldo de herramientas de telemedicina.
Los resultados clínicos de esta modalidad asistencial, conocida como «hospital sin paredes», son equiparables a los de un ingreso hospitalario convencional, pero sin el impacto emocional y social que este último conlleva. Además, permite adaptar el tratamiento a las necesidades específicas de cada paciente.
Un aspecto destacado de este servicio es la participación activa de las familias de los pacientes. Tras recibir una preparación específica por parte del personal de Enfermería de la Unidad de Hospitalización, las familias colaboran eficazmente y pueden comunicarse directamente con los profesionales que atienden a sus hijos las 24 horas del día, los 365 días del año.
Díaz Ayuso resalta que los padres de los pacientes atendidos por la UHPaD del Niño Jesús le otorgan una valoración media de 4,9 sobre 5. Esto se debe a que el servicio les ayuda a manejar los síntomas de sus hijos en su entorno habitual, reducir el miedo y la angustia, y aumentar su comprensión sobre las enfermedades tratadas.
En resumen, la Unidad de Hospitalización a Domicilio ofrece una alternativa efectiva y bien valorada para el tratamiento de trastornos mentales en menores, con resultados clínicos equiparables a los de un ingreso hospitalario tradicional, pero con el beneficio adicional de mantener al paciente en su entorno familiar.
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