Los estudiantes que tienen que cruzar el Paseo de Extremadura para acudir al colegio están experimentando largas esperas para tomar el autobús debido a las obras en la A-5. Estos trabajos de soterramiento han dificultado su trayecto a pie, que antes apenas les llevaba 10 minutos.
Con el inicio de la jornada partida en los colegios, el problema se agrava, ya que las familias solo disponen de una hora y media para ir a casa a comer y regresar al centro. Algunos padres se enfrentan a la imposibilidad de pagar los 300 euros del comedor escolar, lo que complica aún más la situación.
Ante esta problemática, se están solicitando soluciones como la habilitación de un paso de peatones provisional o la posibilidad de implementar la jornada continua en los cuatro colegios afectados durante el tiempo que duren las obras.
La comunidad educativa se encuentra en una situación complicada, con estudiantes y familias lidiando con obstáculos logísticos y económicos que afectan directamente su día a día. Es fundamental que se busquen alternativas para garantizar un acceso seguro y eficiente a las instituciones educativas, priorizando el bienestar de los alumnos y facilitando la conciliación de la vida familiar y escolar en este contexto de transformación urbana.
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