En estas fechas navideñas, mientras muchos se preparan para desempolvar el árbol de Navidad y decorarlo con esmero, otros optan por una alternativa más práctica y mágica: alquilarlo ya decorado. En el almacén B&M, situado en la calle Santa Eulalia, 24, en el distrito de Tetuán, la Navidad es motivo de frenética actividad meses antes de las fiestas. La demanda es tan alta que apenas dan abasto.
Esta empresa familiar lleva más de dos décadas trayendo la Navidad a los hogares. Gabriel, uno de los responsables, explica el meticuloso proceso: «Este es el plástico listo para ser envuelto y llevado ya montado, para evitar daños en el trayecto y que quede perfecto». Incluso con árboles de gran tamaño, como uno de 3 metros, el servicio es integral: «Lo único que falta es la copa, que se coloca una vez se lleva, se ajustan las decoraciones finales y queda listo».
Detrás de cada árbol hay un trabajo artesanal y una logística impresionante. Lucas se encarga de asegurar que cada una de las más de 700 luces que pueden llegar a incluir funcionen a la perfección. El despliegue de adornos es monumental, con opciones para todos los gustos: rojos, blancos, nevados… Carolina describe el proceso como una locura maravillosa que llena de ilusión a la gente.
Las coronas navideñas también se elaboran artesanalmente desde cero, con cada detalle cuidado al máximo. Paz, José y Lucas se enfrentan al reto de montar un imponente árbol de 5 metros en un hotel de Madrid, con la misión de dejarlo perfecto una vez en su lugar.
B&M no solo ofrece un servicio personalizado, sino que también muestra un firme compromiso con el medio ambiente. Todos sus árboles son reciclables y se reutilizan en futuras Navidades, integrando prácticas sostenibles en todo el proceso de producción y alquiler. Esta empresa se ha convertido en un referente para aquellos que buscan disfrutar de la magia navideña sin tener que preocuparse por montarla, y con la tranquilidad de celebrarlo de forma responsable con el planeta.
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